jueves, 4 de septiembre de 2014

El Marruecos de ellas, siete nuevos poetas

Rajae Talbi (Casablanca, 1966)
En el horizonte de la poesía marroquí contemporánea, escasamente conocida en México, destacan por su fuerza y frescura las voces femeninas que se alzan en pie de igualdad con las de los hombres. Su sensibilidad, expresa en diversas lenguas –destacadamente en árabe o en amazigh– los rasgos distintivos de la multiculturalidad del Magreb. Esta muestra de siete autoras nacidas entre 1958 y 1980 refleja la originalidad de una poesía que se arraiga en el imaginario del norte de África y en las dos orillas del Mediterráneo occidental. Sus creaciones fluyen en el cruce de Oriente y Occidente, entre modernidad y tradición, para dibujar con finos trazos sus afinidades con la poesía que hoy se escribe en otras regiones del mundo.
Jorge Valdés Díaz-Vélez



Nobleza
Rajae Talbi
(Casablanca, 1966)

Nada pudo mover su nobleza.
Ni su dulce boca,
ni su atractivo rojo de labios,
ni sus hambrientos ojos,
ni su deseado cuerpo.
Tampoco sus zapatos altos
que taconean
como un reclamo.
Es hombre de un gran amor,
un amor que ayuna toda la eternidad
y sólo come de la mesa de su amada.

Versión del árabe de Abdellatif Zennan

De otro tiempo
Fatiha Morchid
(Benslimane, 1958)

Soy mujer
de otro tiempo,
apoyo el estetoscopio
sobre el corazón del mundo
que no me escucha.

Y cada vez que la roca
rompe mi flujo
lo entrego a las arenas.

El ímpetu del viento
arranca las ramas.
Las restantes
las consagraré a
la nada.

Beberé el brindis
de la tempestad.
Tal vez pueda
morir
de amor
por sobredosis.
Versión del árabe de Mezouar El Idrissi

Cautela
Amal Al Akhtar
(Alcazarquivir, 1967)
Como en cualquier amanecer,
me enajena una rosa temblorosa.
Como en cualquier mediodía,
una rosa triste me abandona.
Como en cualquier tarde,
Voy y vuelvo temerosa.
Versión del árabe de Khalid Raissouni

Residencia
Latifa Meskini
(Fez, 1970)

El gemido es un canto que se cubre con el trance.
Si el gemido fuese una morada me alojaría en ella,
coloraría su interior y exterior
con los colores del trance.
En aquel gemido
me entré entera,
de mí salió entera,
se calló enteramente.
La sangre gime en la arteria
Revela su expresión cuando alcanza el corazón
se calla cuando alcanza la mente.
El gemido de la memoria es una revelación sin palabras
cuando escuchas su voz
amarra tus orejas, descuida sus notas.
Ninguna travesía pudo limitar el gemido
que se perdió solitario,
por el eco resonó, por el silencio sucedió
¡Delimita el límite entre el gemido y el silencio
Para que no pierdas la voz!
El gemido desafía a la expresión.

Versión del árabe de Reddad Cherati

Gula
Fátima Zahra Bennis
(Tetuán, 1973)

Bebes un resplandor
de agua y fuego
con tu paralizado útero
como si fuera miel
Tu vacío se disculpa
Ante un espejismo
que no te merece
Estás llena de gula
y con tinta de ansiedad
riegas
el desierto del corazón.

Estás destinada a lo imposible.
Ninguna patria te dará cobijo,
ni han de saciarte las cosechas.

Versión del árabe de Mezouar El Idrissi

Verdor ardienteLamiae El Amrani
(Tetuán, 1980)

Despierta en la noche
me visita tu mirada
tus ojos de verde
y verde esperanza
me acerco a ellos
y cabalgo en tu cama
tú corres en mis ríos
yo corro en tu mirada
En español en el original

Disculpa
Imane Khattabi
(Tetuán, 1974)

Como un príncipe, la primavera avanzó hacia ella
y se inclinó con la educación de los nobles:
¿Me concedes esta pieza, mi señora?
Se disculpó con amargura:
Murió el talón de mi alegría,
y en el cuerpo que llevo en mi bolso
se han marchitado las rosas.

Versión del árabe de Mezouar El Idrissi

Con información de La Jornada Semanal


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