sábado, 5 de noviembre de 2011

ACUÉRDATE DE MÍ


Acuérdate de mí cuando la aurora

al sol abra su espléndido palacio;
cuando la noche soñadora,
su argénteo velo en el azul espacio;
y apenas tu albo seno vivo ardor palpite
y al apacible sueño la oscuridad te invite,
oye en la selva umbría
mi voz que llega a ti
diciéndote: ¡Alma mía,
acuérdate de mí!

Acuérdate de mí cuando el destino
separe de la tuya su existencia;
cuando herido me sienta en mi camino
por la edad, los pesares y la ausencia;
sueña en mi amor entonces, piensas en mí
adiós eterno
que el tiempo y la distancia harán más firme
y tierno;

y oye de noche y día
mi voz que estará así
diciéndote: ¡Alma mía,
acuérdate de mí!

Acuérdate de mí cuando sucumba
y duerma en paz bajo la tierra helada;
acuérdate de mí cuando en mi tumba
crezca una pobre flor abandonada;
piensa al no verme nunca, que mi alma sin consuelo
a conversar contigo descenderá del cielo;
y que el la noche umbría
mi voz cerca de ti
diciéndote: ¡Alma mía,
acuérdate de mí!

Alfredo de Musset

lunes, 31 de octubre de 2011

EL HOMBRE IMAGINARIO


El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria 
rodeada de árboles imaginarios 
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios 
penden antiguos cuadros imaginarios 
irreparables grietas imaginarias 
que representan hechos imaginarios 
ocurridos en mundos imaginarios 
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias 
sube las escaleras imaginarias 
y se asoma al balcón imaginario 
a mirar el paisaje imaginario 
que consiste en un valle imaginario 
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias 
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria 
sueña con la mujer imaginaria 
que le brindó su amor imaginario 
vuelve a sentir ese mismo dolor 
ese mismo placer imaginario 
y vuelve a palpitar 
el corazón del hombre imaginario

Nicanor Parra

lunes, 10 de octubre de 2011

QUEDA PROHIBIDO


¿Qué es lo verdaderamente importante?, 
busco en mi interior la respuesta, 
y me es tan difícil de encontrar. 

Falsas ideas invaden mi mente, 
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende, 
aturdida en un mundo de falsas ilusiones, 
donde la vanidad, el miedo, la riqueza, 
la violencia, el odio, la indiferencia, 
se convierten en adorados héroes. 

Me preguntas, cómo se puede ser feliz, 
cómo entre tanta mentira se puede vivir, 
es cada uno quien se tiene que responder, 
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre: 

Queda prohibido llorar sin aprender, 
levantarme un día sin saber qué hacer, 
tener miedo a mis recuerdos, 
sentirme sólo alguna vez. 

Queda prohibido no sonreír a los problemas, 
no luchar por lo que quiero, 
abandonarlo todo por tener miedo, 
no convertir en realidad mis sueños. 

Queda prohibido no demostrarte mi amor, 
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor, 
inventarme cosas que nunca ocurrieron, 
recordarte sólo cuando no te tengo. 

Queda prohibido dejar a mis amigos, 
no intentar comprender lo que vivimos, 
llamarles sólo cuando les necesito, 
no ver que también nosotros somos distintos. 

Queda prohibido no ser yo ante la gente, 
fingir ante las personas que no me importan, 
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden, 
olvidar a toda la gente que me quiere. 

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo, 
no creer en mi dios y hacer mi destino, 
tener miedo a la vida y a sus castigos, 
no vivir cada día como si fuera un último suspiro. 

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme, 
olvidar los momentos que me hicieron quererte, 
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse, 
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. 

Queda prohibido no intentar comprender a las personas, 
pensar que sus vidas valen más que la mía, 
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha, 
pensar que con su falta el mundo se termina. 

Queda prohibido no crear mi historia, 
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida, 
no tener un momento para la gente que me necesita, 
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.

ALFREDO CUERVO
(atribuido erróneamente a Pablo Neruda)

miércoles, 10 de agosto de 2011

AUSENCIA


Habré de levantar la vasta vida 
que aún ahora es tu espejo: 
cada mañana habré de reconstruirla.

Desde que te alejaste, 
cuántos lugares se han tornado vanos 
y sin sentido, iguales 
a luces en el día.

Tardes que fueron nicho de tu imagen, 
músicas en que siempre me aguardabas, 
palabras de aquel tiempo, 
yo tendré que quebrarlas con mis manos.

¿En qué hondonada esconderé mi alma 
para que no vea tu ausencia 
que como un sol terrible, sin ocaso, 
brilla definitiva y despiadada?

Tu ausencia me rodea 
como la cuerda a la garganta, 
el mar al que se hunde.

JORGE LUIS BORGES

lunes, 27 de junio de 2011

EL FUTURO

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.

Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.

Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.

No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Julio Cortazar (1914-1984) escritor y poeta argentino

martes, 14 de junio de 2011

LA PRIMERA TRISTEZA HA LLEGADO

La primera tristeza ha llegado. Tus ojos
fueron indiferentes a los míos. Tus manos
no estrecharon mis manos.
Yo te besé y tu rostro era la piedra seca
de las alturas vírgenes. Tus labios encerraron
en su prisión inútil mi primera amargura.
En vano tu cabeza puse en mi hombro y en vano
besé tus ojos. Eras el oasis cruel
que envenenó sus aguas y enloqueció a la sed.
Y se fue levantando del horizonte una
nube. Su tez morena voló a color. De nuevo
fue oscureciendo el tono de los días de antes.
yo abandoné tu rostro y mis manos
ausentaron las tuyas. Mi voz se hizo silencio.
Era el silencio horrible de los frutos podridos.
Oí que en mi garganta tropezó la derrota
con las piedras fatales.
Yo me cubrí los ojos
para no ver las lágrimas que huían hacia mí.
Luego tú me besaste, dijiste algo. Yo oía
llorar mis propias lágrimas en el primer silencio
de la primera tristeza. El alma de ese día
llegó de lejos -tu alma- y se quedó en mi pecho.

Carlos Pellicer
Poeta y museólogo mexicano nacido en Tabasco en 1899.

martes, 15 de febrero de 2011

BLUES...

No era necesaria una nueva acometida de la soledad
para que lo supiera.
Navegaba la mar por un rumbo desconocido para mis manos.
Donde el amor moró y tuvo reino
queda ya sólo un muro que avasalla la hierba.
Queda una hoja de papel no en blanco
donde está anocheciendo.
Donde goteaba luceros una noche
sobre unos hombros limpios como verdad mostrada,
sólo queda una brisa sin destino.
Donde una mujer fundara un beso,
sólo árboles postrados al invierno.

Y no era necesario decirlo.
El corazón sin que sea una lágrima
puede sombrear las mejillas.

La ventana da a la tristeza.
Apoyo los codos en el pasado y, sin mirar, tu ausencia
me penetra en el pecho para lamer mi corazón.

El aire es una mano que está hojeando mi frente.
Mi frente donde la luna es una inscripción,
una voz esculpiendo su olvido.

Como humo la luna se levanta
de entre las ruinas del atardecer.
Es muy temprano en ese azul sin rostro.
No era necesario enturbiar la soledad
con el polvo de un beso disuelto.
No era necesario 
memorizar la noche en una lágrima.

Labios sobrecogidos de olvido,
pulsaciones de un oleaje de mar ya retirándose,
ruido de nobes que el otoño piensa.

Hay lápices en forma de tiempo, vasos de agua
donde el anochecer flota en silencio.
Hay una rama de árbol como un brazo esculpido
por algún abandono.

Hay miradas y cartas donde la noche
puso en marcha al vacío,
a las frentes que extinguen su remoto color
sobre letras que enlazan señaes de viaje.

Aquí está la tarde.
Puede enrolarse en ella quien esté enamorado.
Aquí está la tarde para designar una ausencia.

Suena en mi pecho el mundo
como un árbol ganado por el viento.

No era necesaria la tarde, tampoco este cigarro cuyo humo
puede ser otra mano evaporándose.

Invernará la noche en mi pecho.
No era necesario saberlo.
No tiene importancia.
Espero una carta todavía no escrita
donde el olvido me nombre su heredero.

José Carlos Becerra en El otoño recorre las islas (1973)
Poeta mexicano nacido en Villahermosa, Tabasco, México en 1936 y muerto en 1970.